Marca: Hacer lo imposible posible y que parezca fácil
Querido Álex, hoy quiero hablarte de dos genios del deporte que se parecen mucho y que pocos los han comparado, al contrario. Me refiero a Messi y Nadal. Pero antes hijo, necesito decirte que la gala benéfica que celebramos hace pocos días en Barcelona de la mano del grupo Marriott, fue un éxito por todo, por la asistencia de casi 600 personas, por la recaudación de casi 100 mil euros para dos de nuestros proyectos, pero muy en especial porque fue una gala de gente normal. Solidaria, generosa y de toda condición, orientación y origen. No necesitamos famoseo, los que vinieron lo hicieron porque quisieron y creían en la Fundación Àlex, no para ver y ser vistos y para mí esto es lo más importante, ese es nuestro espíritu y nuestros valores. ¡Gracias de corazón a todos los que nos ayudaron tan desinteresadamente! Perdona hijo pero tenía que explicártelo. Pero vuelvo a Lionel y Rafael. Dos genios que además no presumen, son educados y ejemplares. Son humildes sin hacer gala de falsa humildad. Hacen cosas inexplicables y que parecen fáciles y que si por casualidad alguien de vez en cuando consigue hacer algo parecido, parece una heroicidad. Para ellos es lo normal. Llevan una larga carrera de éxitos y títulos casi irrepetibles. Ambos han tenido que superar dificultades de todo tipo. Ambos empezaron de niños y desde entonces tienen una presión que casi nadie soportaría. Ambos se reinventan constantemente y ganan longevidad sin perder ápice de genialidad, al contrario son mejores. Los dos son buena gente y muy solidarios. Y también tienen algo, que les distingue, fíjate hijo en sus miradas, en sus ojos cuando compiten, lo dicen todo. Han aprendido a vivir en un entorno que es muy difícil, competitivo y hasta agresivo y lo gestionan bien. Ambos tienen una familia detrás que les apoya , les quiere y les ayuda y ellos a su familia. Rafael y Lionel son dos deportistas ejemplares que deberían ser ejemplo no solo deportivo sino de comportamiento, casos que deberían explicarse a nuestros niños y jóvenes, con detalle y pedagogía en escuelas y universidades. Para llegar donde están, han trabajado y sufrido muchísimo, nadie les ha regalado nada y esto hay que explicarlo pues hoy muchos jóvenes olvidan el esfuerzo y sacrificio. “Fill quan veig jugar a en Leo i a en Rafa, em sento feliç i reconfortat de poder-los disfrutar tant com esportistes i mes com persones. Grans exemples. T’estimo Alex”.
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