Ramón Mariño Lorenzo: A tres años del último partido de la MSN
Sí, quiero. El 30 de junio de 2017, Lionel Messi daba el sí en una iglesia de Rosario, se casaba con su novia Antonela Roccuzzo con un fiestón en la ciudad. En medio del festejo un amigo de Leo también había dado el sí. Pero a la transferencia más cara de la historia. Aquella noche, Neymar les contó a los referentes del Barsa que se iba del club, tentado por los millones del PSG.
Ney en acción ese día. Con Suárez y Messi jugaron los últimos 63 minutos juntos. (AFP) |
Lo que parecía una locura se fue transformando en realidad. El rumor se hizo público mientras el equipo culé se iba de gira a Estados Unidos. Allí, en el Hard Rock Stadium de Miami, el 29 de julio de ese 2017 el Barcelona le ganó un clásico amistoso 3-2 al Real Madrid. Aquel día se terminó uno de los mejores tridentes ofensivos de la historia, la MSN ofrecía su último show juntos. Después de 63’ la delantera Messi-Suárez-Neymar ponía punto final después de menos de tres temporadas rompiendo redes. A los cinco días, el 3 de agosto, el PSG depositó los 222.000.000 de euros y Ney se convirtió en el pase más caro del fútbol.
Fue el fin de un ciclo que el Barcelona todavía sigue pagando, con reemplazantes que no funcionaron (gastó más de 400 millones entre Coutinho, Dembélé y Griezmann), con golpes en momentos clave y con una dirigencia que empezó a estar en la mira. Del lado del brasileño, algo parecido. Se fue a una liga poco competitiva, tuvo problemas en sus comienzos por los privilegios, sufrió muchas lesiones y no consiguió el éxito internacional que hace tanto busca el conjunto parisino.
Una salida que le terminó doliendo a todos los integrantes. Tanto que en cada mercado de pases en Cataluña se habla de lo mismo: una posible vuelta de Neymar. Messi y Suárez lo pidieron públicamente, el 10 de Brasil también admitió que extrañaba a sus amigos, a quienes visitó en varias oportunidades.
En 2014 fue cuando el fútbol los unió. Con Messi ya consagrado en Barsa, y Ney con una temporada encima en el club, recibieron a Luis Suárez. Sin embargo, el uruguayo que costó 81.000.000 de euros al Liverpool, no podía jugar. Llegaba del Mundial de Brasil y el mordiscón a Chiellini en el Uruguay-Italia le valió uno de los castigos más grandes: cuatro meses sin actuar ni siquiera a nivel clubes. La sanción terminó y el 25 de octubre del 2014 el tridente salió por primera vez a la cancha. Justo en el Santiago Bernabéu, fue en un clásico en el que perderían 3-1 con gol del ex Santos. A pesar de ese debut con caída y al igual que en el siguiente partido (0-1 vs. Celta), enseguida se entendieron tan bien que el Barsa de Luis Enrique se hizo imparable. Gracias a la MSN terminó la temporada ganando todo: la Liga, la Copa del Rey y la Champions 2015 (ante Juventus). Esa es la última Orejona culé, la misma que luego se volvería pesadilla con las insólitas eliminaciones ante Roma y Liverpool.
El 3 de agosto de 2017 el PSG le depositó los 222 millones de euros al Barsa e hizo oficial la compra más cara de la historia (AFP). |
En 2015 ganaron la Champions, la última de los culés. En total, juntos festejaron nueve títulos (REUTERS). |
“Hasta hoy, conversamos y bromeamos a pesar de estar lejos. Messi es un tipo a quien echo de menos en el día a día, tanto a él, como a Suárez. Los voy a recordar el resto de mi vida, están guardados en mi corazón,por el fútbol y por todo lo que hicieron allí por mí… son mis amigos”, contó en 2019 el brasileño.Ahora, está enfocado en el PSG, esperando los cuartos de la Orejona (12/8 vs. Atalanta). “De mi parte hago todo lo que puedo para ganar la Champions este año”, dijo antes de este retorno en las finales de copas francesas.
La primera vez del tridente, el 25 de octubre de 2014, un clásico con derrota ante el Madrid (AFP).
“Creo que está con muchas ganas de volver. Siempre se mostró arrepentido de lo que había hecho, y el año pasado hizo mucho por volver”Esto lo contó Messi en febrero de este año haciendo público uno de los tantos reclamos a la directiva: que traigan de vuelta a su gran socio. “Nos encantaría que volviera por lo que significa, tanto como jugador como para el vestuario. Somos amigos”, agregó Leo. Si Barcelona y PSG avanzan, el reencuentro podría ser en la final de la Champions. Aunque ellos sólo quieren jugar junto...
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